Un pequeño monstruo llamado "Rabieta"

Eres una mami súper amorosa, consentidora, engreidora; hasta que de pronto, ¡explotó la bomba!....  todo cambia, lo ves en el piso, tirado, llorando, jalándose los pelos, pataleando, no te hace caso, toda la gente te mira, murmuran, te pones del color de un tomate, sonríes (es lo único que te toca hacer) ¡Rabieta! ¿otra vez? ¡¡¡NOOO!!!

¿Te identificas?. Tienes que leer este post.

Escuché que las rabietas suelen comenzar a los dos años, para esto, Lucciano tenía 10 meses y ya me hacía todo un espectáculo, fue ahí donde empecé a investigar y me di con la sorpresa que las rabietas a esta edad tienen un nombre “rabietas involuntarias”, son aquellas   que los pequeños no pueden controlar, vale decir, por aburrimiento, por hambre, porque no pueden armar algo; bien saben que a esta edad es difícil que sepan expresar sus sentimientos o disconformidad y esta incapacidad a ellos los irrita y frustra. También existe la “rabieta voluntaria” (para mí la peor) que son aquellas que hacen tan solo para llamar tu atención o manipular tus decisiones.

Así mismo debes saber que sólo son etapas, que estas actitudes son algo normal en los niños, en algunos son parte de su vida diaria y en otros suele pasar ocasionalmente

Estoy segura que la mayoría de ustedes lo vive día a día; me uno al club, soy una más. Lucciano ya tiene 1 año 8 meses, es un niño muy inteligente y súper amoroso, sin embargo no saben las rabietas que me hace en la casa, en la calle, parque, supermercado, todo un espectáculo, la verdad es que me sentía mal y no sabía cómo controlar la situación, así que me puse a investigar en internet y aprendí mucho de las cosas que debo hacer y también las que no debo.

Por eso aventureras, a continuación quiero compartir con ustedes estos pequeños consejillos, para que sepan cómo manejar las rabietas de sus hermosos peques y no pasen más momentos incómodos.

Ciega, sorda y muda.- Solo cuando la rabieta viene por un deseo de llamar la atención o por un capricho del niño, es mejor no hacerle caso, ignorar es la mejor decisión que puedes tomar en ese momento, así sientas que cada pataleta que haga es como una pasada de uñas por una pizarra, no discutas con tu pequeño, recuerda que tu pedacito de cielo está descontrolado y no se le va a pasar con tus gritos, todo lo contrario, lo único que harás es avivar más la llama y que siga en ese estado.  A mi particularmente me va muy bien con este método.

No cambies tu “¡NO!”.- Si cambiaste tu decisión a consecuencia de una rabieta que te hizo tu pequeño, ¡Felicidades! Ahora tu niño(a) sabe cómo conseguir lo que quiere. Demuéstrale que hacer sus rabietas no dan resultado y que no te harán cambiar de opinión.

Amor incondicional.- Quizás gritar sea lo que más quieras en ese momento, pero enfadarte, pegar o gritarle no es la solución. El amor de madre y/o padre calma la agresividad del niño(a).

En la mayoría de casos, cuando el monstruo llamado rabieta se va, el niño te busca, quiere abrazarte, quiere que lo perdones y sentir que aún lo amas a pesar de todo. Ahí es donde empieza tu trabajo. Regresó tu pedacito de cielo, el niño amoroso que siempre te roba sonrisas, háblale con calma, con amor, demuéstrale que estás feliz porque ya se calmó, no cometas el fatal error de criticarlo o amenazarlo. 

Según un estudio de Nancy McElwain, profesora de Desarrollo Humano en la Universidad de Illinois (Estados Unidos) castigar a un niño durante o después de una rabieta puede tener graves consecuencias; aprenderá a ocultar sus emociones, será tímido, retraído  y sufrirá de ansiedad.

Peligro aproximándose.- Puedes evitar la rabieta de tu niño; desvía su atención si reconoces que algo en particular va a hacer que  tu pequeño pierda el control.

SOS Ayuda.- Hay un detalle muy importante y que debes de tener en cuenta; si las rabietas son constantes y hacen que tu hijo se lastime o lastime a otras personas e incluso estos sucesos también ocurran en la escuela, debes llamar a un profesional, así recibirá la ayuda adecuada.

Colorin colorado, este cuento ha terminado.- Sonríe, hay buenas noticias, las rabietas llegan a un punto final, a medida que el niño va creciendo, todo termina, ellos se van convirtiendo en un ser humano razonable, podrá comprender más y comunicarse contigo, todo queda atrás, solo dale un poquito de tiempo y mucho, pero mucho amor.

Y a ustedes ¿Qué tipo de rabieta les hace su pedacito de cielo? ¿Qué métodos emplean para calmarlos?