El ser madre definitivamente me cambió.
Me
cambió las hormonas, mis sentimientos y definitivamente me cambió el cuerpo.
No me
van a decir que ustedes se sienten igualitas a comparación de cuando eran solteritas, sin
preocupaciones, ricas y apretaditas.
¿No
sienten algún cambio en ustedes? o ¿Yo soy la única loca?
Aquí les
cuento los tres cambios más drásticos que tuve (tengo).
1- Cambios hormonales: Sobre todo después del parto, podía
estar muy feliz y a los 30 minutos me sentía deprimida. Me daba migraña, bochorno ó escalofrios.
Con Lucciano me volví
súper protectora, no quería que lo toquen mucho ni que lo vieran personas
extrañas… También se me empezó a caer el cabello, me volvía calva poco a poco,
porque les contaré que solo tengo 3 pelos y con eso peor!!.. Cesareada
para variar, no podía hacer nada, era un mar de lágrimas todas las madrugadas,
me sentía inútil, le echaba la culpa a mi esposo de mis “desgracias”, pero ¿Qué culpa tenía él? jajaja pobre mi esposito, tuvo (tiene) mucho aguante definitvamente.
2- Sentimientos: De por sí, siempre he sido sensible
y llorona, pero ahora aún más. Me he convertido en una mujer
insoportablemente sensible, sobre todo cuando se trata de niños... Cada vez que
veo a uno en la calle pidiendo dinero, lavando la luna de los carros o
vendiendo caramelos se me parte el corazón, me provoca abrazarlos y prometerles
que algún día todo cambiará, que todo pasará. Quisiera ganarme la tinka y poder
ayudarlos o adoptarlos a todos ellos, devolverles su niñez y que la única preocupación
que tengan sea de sacar buenas notas en el colegio y no de llevar dinero a su
casa. Cada vez que veo las noticias o casos de niños enfermitos, que han
tenido accidentes, que mueren por negligencia médica o por maltrato infantil,
me desconcierto, me indigno, me pongo furiosa y es inevitable que me salgan
unas lágrimas.
De verdad siempre tenemos que ser agradecidas con Diosito por lo que nuestros hijos tienen.
De verdad siempre tenemos que ser agradecidas con Diosito por lo que nuestros hijos tienen.
3- Cuerpo: Un momento de silencio por el cuerpo
de antes... Listo! Gracias a toda la comida que comí durante el embarazo y a una benditas inyecciones que me puse después
del parto, mi figura ya no volvió a ser la de antes.... Ayyyy mi cuerpito, mi
cuerpito, como lo extraño. Les cuento que yo era bailarina, estudié ballet y
hip hop en New York, también enseñaba zumba y aquí en Perú bailaba en eventos o
en TV. Tampoco digo que era un 90 - 60 - 90, pero era
flaquita... Nunca en mi vida me metí a un gimnasio, comía de todoooo y nunca
engordaba, ahora me como un pollo a la brasa e inmediatamente subo 1kg.
La
verdad que después del embarazo el cuerpo ya no queda como antes, salvo te
mates de hambre y hagas que el gimnasio se convierta en tu segunda casa.
Tampoco es que me sienta bien gordita, es más algunas personas me dicen que así
como estoy ahora, estoy bien, dicen que antes era muy escuálida jajaja, en fin,
para serles sincera ya aprendí a verme así, con éste cuerpito caribeño y
solamente me queda soñar que algún día volveré a tener el cuerpo de antes (te
extraño, ¡regresa!)
Vale recalcar que no todas las mamás sufren estos cambios, no se vayan a
asustar otras la pasan súper fresh, como si nada hubiera pasado, otras siguen
conservando la misma figura de antes y otras tampoco tienen esos cambios
hormonales devastadores.
Yo a pesar de no tener la figura de Kim Kardashian o JLo y no poder usar
mis bikinis y mis topcitos tengo algo más importante, a mi hijo, lo más preciado en mi vida y el
regalo más hermoso que Dios me ha podido dar... Y eso no lo cambio por nada!
Fiorella Ayllón.
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