18 de octubre de 2014

No dejes que la rutina te aleje de tu pareja

Cuando nos convertimos en padres, nuestros hijos se transforman en nuestra prioridad, algo que no está mal, siempre y cuando no dejes de lado a tu pareja.

Con la llegada de tu pequeño, te viene el paquete completo, eso incluye el stress y el mal humor en la pareja, bien sea por las malas noches que pasan o por el poco tiempo que tienen ahora de estar solos y disfrutar de una intimidad. Esto puede afectar mucho en una relación, al punto de desgastarse, de marchitarse y de separarse. Pero en ustedes está el secreto, el tip, la puertita de luz para que esto no pase.

Gracias a Dios mi esposo es de aquellos padres que disfruta todas las actividades que uno hace con su hijo, en realidad  es un niño más cuando se trata de jugar y participar en la crianza de Lucciano, así que en ese aspecto no hay problema, la pasamos súper cada vez que salimos con nuestro hijo.



Con esto no digo que no nos damos nuestro tiempito para estar a solas, porque ni bien tenemos una escapadita no lo desaprovechamos y salimos. A veces es  bueno desligarse un poco de la casa, escaparse de vez en cuando y estar solo con tu pareja, sin hijos, sin ollas, sin platos, sin nada… Solo él y tú… Aunque a mi la verdad se me hace difícil porque paro pendiente de Lucciano las 24 horas, pero sé que tampoco puedo dejar de lado a mi esposo. Debo recordar que ahora tengo a dos hombres que me piden amor y atención, uno de 1 año y otro de ¿? años (sorry no puedo poner su edad, me mata jaja)

Y aquí viene el  post… Hoy día leí un artículo en la revista “PADRES e hijos”  acerca de cómo la rutina puede destruir una relación y más aún si somos papás, así que les comparto estos tips para que lo tengan muy en cuenta y  de esta manera fortalezcan su relación y a la vez disfruten de esta linda etapa que es ser padres.


1. RECORDARLE A LA OTRA PERSONA QUE LA QUEREMOS POR SÍ MISMA (NO SOLO POR SER EL PADRE O LA MADRE DE NUESTRO HIJO).  Cualquier ocasión es buena para un piropo sincero y merecido, destinado a él o ella y no por su habilidad paternal o por considerarla candidata al título de Madre del Año, sino por ser la persona que amamos.
*Recuerda ese dicho que dice: “El amor es como una planta, hay que regarla todos los días para que no se marchite”

2. CONTAR HASTA 20.  Dormimos poco y hay tanto que hacer, que a menudo el malhumor puede sabotearnos. Antes de estallar por una tontería y discutir con la persona que mejor nos comprende, demos una vuelta a la manzana o practiquemos la empatía poniéndonos en su lugar. Seguro que nos ahorramos un mal rato del que nos arrepentiríamos un segundo más tarde.
*Hagan lo que hace mi esposo, sale un rato a tomar aire jajajaja.

3. SER FLEXIBLES Y ¡MUCHO! El tiempo es escaso y la posibilidad de hacer coincidir los tiempos de cada uno es complicado. Pero si se presenta una oportunidad, no dudes en aprovecharla para disfrutar de tu pareja.
*Mi esposo y yo trabajamos y sólo nos vemos en las mañanas y  en la noche… Así que lo que usualmente hacemos es aprovechar los fines de semana que estamos más libres. Llega la noche y nos tomamos una botella de vino, comemos unos piqueos o simplemente vemos una peli…  Y a veces cuando la niñera acepta trabajar los fines de semana, nos damos una escapadita y nos vamos al cine un par de horitas (no nos gusta dejar a Lucciano solo los fines de semana)
La cuestión es aprovechar al máximo los momentos libres que tienes con tu esposo (a) y pasarla bien.

4. DISFRUTAR MÁS QUE IDEALIZAR. En lugar de esperar -y de algún modo, exigir- el momento romántico ideal, valoremos los que logramos conseguir. Nada es más frustrante que percibir que el otro espera de ti algo que tiene y sientes, pero que en ese momento no puedes dar como lo ha soñado. Cada minuto en pareja que podamos compartir, aunque estemos agotados por el trajín diario, supone una inyección de vitaminas para el amor.
*No esperes nada a cambio, si tienes la idea de hacer algo díselo, si quieres decirle algo, no te quedes callada, dile lo que sientes.

5. SI LO DESEAS, DÍSELO. No como una imposición o un concurso para ver si eres más importante que el bebé, sino con naturalidad. Expresa tu deseo aunque no haya posibilidad inmediata de concretarlo, porque es importante que tu pareja sepa que está ahí, y que tendrá su momento.
*En este punto, solo te diré que le digas: “Amorcito en la noche te tengo una sorpresita” jajaja

6. SER POSITIVOS. Lamentarse solo sirve para convencernos y convencer a la otra parte de que no seremos capaces de salir adelante. Y podemos, claro que podemos, porque si pensamos en positivo siempre uno de los dos estará más fuerte para apoyar al que flaquea. Y viceversa.
*El apoyo mutuo es excelente para la fortalecer una relación. Recuerda lo que te dijo el juez o el cura en tu matrimonio: “Estarás en las buenas y en las malas”.

7. HACER PLANES REALISTAS, ASUMIENDO QUE YA NO SOMOS DOS SINO TRES. Tener un objetivo realizable a medio plazo ayuda a superar momentos de estrés, especialmente si el plan de escapada, vacaciones o cambio de ambiente tiene en cuenta la prioridades del otro. Y del bebé, por supuesto.
*Planea bien tus salidas, Recuerda que ahora son 3 (o más) ahora tienes a otra personita que también quiere divertirse contigo y pasarla bien.


Fuente: Revista Padres e hijos


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