Cuando nos convertimos en padres,
nuestros hijos se transforman en nuestra prioridad, algo que no está mal, siempre
y cuando no dejes de lado a tu pareja.
Con la llegada de tu pequeño, te
viene el paquete completo, eso incluye el stress y el mal humor en la pareja,
bien sea por las malas noches que pasan o por el poco tiempo que tienen ahora
de estar solos y disfrutar de una intimidad. Esto puede afectar mucho en una
relación, al punto de desgastarse, de marchitarse y de separarse. Pero en
ustedes está el secreto, el tip, la puertita de luz para que esto no pase.
Gracias a Dios mi esposo es de
aquellos padres que disfruta todas las actividades que uno hace con su hijo, en
realidad es un niño más cuando se trata
de jugar y participar en la crianza de Lucciano, así que en ese aspecto no hay
problema, la pasamos súper cada vez que salimos con nuestro hijo.
Con esto no digo que no nos damos nuestro tiempito
para estar a solas, porque ni bien tenemos una escapadita no lo desaprovechamos
y salimos. A veces es bueno desligarse
un poco de la casa, escaparse de vez en cuando y estar solo con tu pareja, sin
hijos, sin ollas, sin platos, sin nada… Solo él y tú… Aunque a mi la verdad se
me hace difícil porque paro pendiente de Lucciano las 24 horas, pero sé que
tampoco puedo dejar de lado a mi esposo. Debo recordar que ahora tengo a dos
hombres que me piden amor y atención, uno de 1 año y otro de ¿? años (sorry no
puedo poner su edad, me mata jaja)
Y aquí viene el post… Hoy
día leí un artículo en la revista “PADRES e hijos” acerca de cómo la rutina puede destruir una
relación y más aún si somos papás, así que les comparto estos tips para que lo
tengan muy en cuenta y de esta manera fortalezcan
su relación y a la vez disfruten de esta linda etapa que es ser padres.
1. RECORDARLE A LA OTRA PERSONA QUE LA QUEREMOS POR SÍ MISMA (NO SOLO POR SER EL PADRE O LA MADRE DE NUESTRO HIJO). Cualquier ocasión es buena para un piropo sincero y merecido, destinado a él o ella y no por su habilidad paternal o por considerarla candidata al título de Madre del Año, sino por ser la persona que amamos.
*Recuerda ese dicho que dice: “El
amor es como una planta, hay que regarla todos los días para que no se marchite”
2. CONTAR HASTA 20. Dormimos poco y hay tanto que hacer, que a
menudo el malhumor puede sabotearnos. Antes de estallar por una tontería y
discutir con la persona que mejor nos comprende, demos una vuelta a la manzana
o practiquemos la empatía poniéndonos en su lugar. Seguro que nos ahorramos un
mal rato del que nos arrepentiríamos un segundo más tarde.
*Hagan lo que hace mi esposo, sale
un rato a tomar aire jajajaja.
3. SER FLEXIBLES Y ¡MUCHO! El tiempo es escaso y la
posibilidad de hacer coincidir los tiempos de cada uno es complicado. Pero si
se presenta una oportunidad, no dudes en aprovecharla para disfrutar de tu pareja.
*Mi esposo y yo trabajamos y sólo
nos vemos en las mañanas y en la noche…
Así que lo que usualmente hacemos es aprovechar los fines de semana que estamos
más libres. Llega la noche y nos tomamos una botella de vino, comemos unos
piqueos o simplemente vemos una peli… Y
a veces cuando la niñera acepta trabajar los fines de semana, nos damos una
escapadita y nos vamos al cine un par de horitas (no nos gusta dejar a Lucciano solo los fines de semana)
La cuestión es aprovechar al
máximo los momentos libres que tienes con tu esposo (a) y pasarla bien.
4. DISFRUTAR MÁS QUE IDEALIZAR. En lugar de esperar -y de algún modo, exigir- el momento romántico ideal, valoremos los que logramos conseguir. Nada es más frustrante que percibir que el otro espera de ti algo que tiene y sientes, pero que en ese momento no puedes dar como lo ha soñado. Cada minuto en pareja que podamos compartir, aunque estemos agotados por el trajín diario, supone una inyección de vitaminas para el amor.
*No esperes nada a cambio, si
tienes la idea de hacer algo díselo, si quieres decirle algo, no te quedes
callada, dile lo que sientes.
5. SI LO DESEAS, DÍSELO. No como una imposición o un
concurso para ver si eres más importante que el bebé, sino con naturalidad.
Expresa tu deseo aunque no haya posibilidad inmediata de concretarlo, porque es
importante que tu pareja sepa que está ahí, y que tendrá su momento.
*En este punto, solo te diré que
le digas: “Amorcito en la noche te tengo una sorpresita” jajaja
6. SER POSITIVOS. Lamentarse
solo sirve para convencernos y convencer a la otra parte de que no seremos
capaces de salir adelante. Y podemos, claro que podemos, porque si pensamos en
positivo siempre uno de los dos estará más fuerte para apoyar al que flaquea. Y
viceversa.
*El apoyo mutuo es excelente para
la fortalecer una relación. Recuerda lo que te dijo el juez o el cura en tu
matrimonio: “Estarás en las buenas y en las malas”.
7. HACER PLANES REALISTAS, ASUMIENDO QUE YA NO SOMOS DOS SINO
TRES. Tener
un objetivo realizable a medio plazo ayuda a superar momentos de estrés,
especialmente si el plan de escapada, vacaciones o cambio de ambiente tiene en
cuenta la prioridades del otro. Y del bebé, por supuesto.
*Planea bien tus salidas, Recuerda
que ahora son 3 (o más) ahora tienes a otra personita que también quiere divertirse
contigo y pasarla bien.
Fuente: Revista Padres e hijos
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